El pasado fin de semana del 22 al 25 de noviembre, un grupo de colegiales y miembros del club Universitario visitaron Santiago de Compostela, en un intercambio programado con varios colegiales del CM La Estila. Uno de los expedicionarios, Jorge Cantero, nos cuenta en la siguiente crónica su experiencia del viaje a Santiago:
“¿Quién dijo que a Galicia hay que ir en verano? Seguramente los que hayan ido allí buscando refugiarse del calor de esta tierra. El caso es que varios colegiales y socios del Club Universitario acabamos de volver de unos días en Santiago de Compostela y hemos disfrutado muchísimo (a pesar de que no era verano).
Este fin de semana le hemos devuelto la visita a los colegiales del CM La Estila, que estuvieron con nosotros en el CM Almonte el pasado puente de Todos los Santos. El trayecto en avión hacia Santiago fue muy cómodo, con poco retraso y nos recogieron al llegar. Lo primero que hicimos fue ir a darle el abrazo al Apóstol. Superada la primera prueba, comenzamos la segunda: buscar un bar para 16 personas. Con la guía de Carlos, colegial de La Estila, conseguimos establecer campamento. Para rematar el día vimos una película muy antigua, pero antigua de verdad, Sucedió una noche (1934), que superó nuestras expectativas.
A la mañana siguiente fuimos a dar un paseo por los parques de Santiago y después tuvimos un merecido descanso en La Tita, donde es famosa la tortilla. Pudimos disfrutar todos de una tertulia donde Luis Melgarejo, director del CM Almonte, nos habló de su famoso caso del TC en relación a la objeción de conciencia, interesantísimo tema acompañado de unas Yemas de San Leandro.
La tarde fue tranquila, completamos la sesión de trabajo que habíamos iniciado en Sevilla y más tarde, con tiempo libre, varios aprovecharon para comprar recuerdos, dar otro paseo, estudiar. Tras la cena, salimos de nuevo hacia el centro para aprovechar el ambiente de la noche del sábado.
El domingo, la festividad de Cristo Rey se hizo presente desde el primer momento en el espectacular desayuno, digno de mención, y necesario para el partidazo entre colegios mayores que estaba por venir. A los visitantes les costó hacerse al campo, pero una vez lo lograron y con la maña del cuerpo técnico (un servidor) se consiguió la victoria. Tras la Misa tuvo lugar, en palabras de un residente, “la comida más larga en la historia de La Estila”, que fue rematada por una espectacular Tarta de Santiago.
Naturalmente, para completar la experiencia otoñal en Galicia, nos faltaba la lluvia. Eso no frenó la visita que estaba prevista a las cubiertas de la Catedral de Santiago, pero sí frenó nuestro intento de regreso al CM. Los más rápidos se refugiaron en un bar, los menos, acabamos en un soportal. Así las cosas, igual que últimamente han surgido las “cofradías anfibias”, nos dimos un “paseo anfibio”, llegar a La Estila como fuera. Solo quedaba cenar y descansar para la mañana siguiente.
A las 6:00 AM del lunes, sin tiempo que perder, nos duchamos, y tras el desayuno, regresamos al aeropuerto. Esta vez el vuelo fue más movidito, sobre todo el despegue, debido a la tormenta. A las 9:45 aterrizábamos en Sevilla con una mezcla de cansancio y felicidad por la breve pero intensa experiencia vivida.
Es fantástico llegar a un sitio por primera vez y sentirse tan a gusto. Esto demuestra lo especial que es estar en un Colegio Mayor, algo que ya sabemos, pero que no viene mal recordar de vez en cuando. Y este viaje lo ha conseguido!”